El PP parece que va a conseguir aprobar el techo de gasto y el objetivo de déficit de 2018. Si Rajoy consigue aprobar el presupuesto del próximo año, legalmente podría prorrogar el de 2019 y agotar los cuatro años de legislatura. El Gobierno presentó un cuadro macro y un techo de gasto para cumplir el objetivo de déficit de Bruselas del 2,2% del PIB en 2018. Va a tener el apoyo directo de Ciudadanos, PNV y Coalición Canarias e indirecto de Nueva Canarias. Por lo tanto, los cinco partidos son corresponsables del Presupuesto.
TECHO DE GASTO Y CCAA: LIMITADAS PARA APROVECHAR TODO EL MARGEN DEL OBJETIVO DE DÉFICIT
El objetivo para CCAA es del 0,4%, dos décimas inferior al de 2017. Con el crecimiento previsto el aumento de los ingresos permitirá reducir el déficit unas 7 u 8 décimas. Por lo tanto, las CCAA tienen margen para hacer un presupuesto expansivo como en 2017. Desde 2014 las CCAA están aumentando el gasto en educación y en sanidad y en 2018 se podría recuperar todos los recortes de 2012 en ambas partidas. El problema es que la regla de gasto les impide aumentar el gasto total más del 2,4% y les limita aprovechar todo el margen del objetivo de déficit.
La previsión de inflación del gobierno para 2018 está próxima al 2%. Por lo tanto, sólo el aumento de la inflación se come prácticamente el aumento que permite la regla de gasto. En algunas regiones y provincias el empleo crece por encima del 5% anual y el techo de gasto supone una limitación extrema que impedirá que el Estado aumente la inversión pública y evite cuellos de botella del crecimiento y la creación de empleo en el futuro. La inversión del ministerio de Fomento entre enero y mayo de este año ha sido de 500 millones de euros. En 2011 fue de 1.800 mill, aún superior a la de 2007 (que fue de 1.700 mill.)
El techo de gasto previsto es del 1,3% (muy por debajo del crecimiento nominal de la economía)
En el Estado el aumento de gasto previsto es del 1,3% (muy por debajo del crecimiento nominal de la economía), por lo que el peso del gasto público sobre el PIB seguirá cayendo en 2018 (algo que lleva sucediendo desde 2013). Como se observa en el gráfico anterior, el gasto público aumenta en las recesiones, principalmente por el aumento del seguro de paro y del pago de intereses (aumento de la deuda pública). Lo anormal de esta crisis fue el desplome de los ingresos. Ello se debió al pinchazo de la burbuja inmobiliaria que tuvo fuerte impacto sobre el PIB y el empleo. La recaudación del Estado se desplomó 6 puntos de PIB, situándose por debajo del 35%, niveles no vistos desde 1985.
Las consecuencias del nuevo techo de gasto
Para cumplir con el objetivo del 2,2% del PIB, el Gobierno volverá a congelar las pensiones, empobreciendo otro 2% a 7,5 millones de pensionistas. Subirá el salario de los funcionarios tan sólo el 1%, empobreciendo otro 1% a los 3 mill de empleados públicos. Congelará la inversión que sigue dos tercios por debajo de los niveles de 2011 antes de que el PP llegase a la Moncloa. Esto no permite ni cubrir el mantenimiento de las infraestructuras. Reagan y Thatcher ya tuvieron un efecto muy negativo con sus políticas sobre el nivel de las infraestructuras, y recientemente la Alemania de Merkel ha tenido el mismo efecto. Rajoy va por el mismo camino con la deuda pública al 100% (el doble que Reagan y Thatcher).
Albert Rivera pidió bajar IRPF para aprobar el techo de gasto. ¿Tiene sentido?
Además, Rajoy ha tenido que aceptar la condición de Rivera de bajar el IRPF, principalmente a las rentas bajas. La medida ayudará a reducir la desigualdad y es un objetivo prioritario. Pero para conseguirla se hará emitiendo una deuda pública que acabará pagando la generación de mis hijos. Endeudarte para invertir y generar más PIB en el futuro tiene sentido. Bajar los impuestos y endeudarte para financiar gasto corriente es populismo.
PSOE dice no al techo de gasto, pero sí al 2,2% de objetivo de déficit. ¿Tiene sentido?
El PSOE no ha apoyado el techo de gasto, como ya sucedió en los presupuestos de 2017. Lo sorprendente es que el propio Pedro Sánchez haya dicho que está de acuerdo con el objetivo de déficit del 2,2%. Para cumplirlo es necesario hacer recortes adicionales por más de 6.000 mill. Tanto el PSOE como Podemos dicen que hay que subir impuestos a los ricos. Pero el impuesto de patrimonio lo recaudan las CCAA y no entra dentro del presupuesto que se está aprobando. Y tan sólo hay unos 70.000 contribuyentes que ingresen más de 150.000 euros al año en IRPF. Por lo tanto, es complicado conseguir converger al promedio de presión fiscal europea unos 70.000 mill. más de los ingresos actuales sólo subiendo impuestos a los ricos. Nadie puede creer que alguien que ingresa 150.000 euros pueda pagar un millón de euros de impuestos más de los que ya está pagando, que son casi la mitad de sus ingresos anuales.
EL TECHO DE GASTO DE 2018 SERÁ RESTRICTIVO. MIENTRAS, EL GRAVE PROBLEMA DE NUESTRA DEUDA PÚBLICA SIGUE AHÍ
Conclusión: la economía española mantiene un crecimiento próximo al 3% a pesar del gobierno. El presupuesto de 2018 será restrictivo, igual que lo fue el de 2017 y el de 2016. Los partidos que apoyan el techo de gasto son corresponsables de congelar las pensiones y mantener la inversión pública en un nivel tan ridículo que no es posible acometer el mantenimiento necesario de las existentes. Y, por supuesto, no habrá prácticamente nada de nueva inversión. Solo Portugal tiene un nivel de inversión pública sobre PIB inferior a España de los 28 socios europeos. Hasta Grecia invierte más que nosotros.
El largo plazo en España sigue siendo mañana y el final de las compras de deuda pública del PIB cada día está más próximo. Veremos.
Recuerda que cada lunes ? envío a los suscriptores de mi blog el análisis económico de la semana. Si tú todavía no estás apuntado, puedes hacerlo GRATIS aquí o haciendo click en la imagen de abajo ?
