LOGO_JCDIEZ_Mesa de trabajo 1 copia 13

Sí al SMI, pero con menos demagogia y más política eficiente

El pasado viernes escribí en mi columna de El País sobre la subida del Salario Mínimo del 5% en este año 2020 y sus efectos en la despoblación. El artículo generó controversia en redes cuestionando el argumento. En mi columna tengo 500 palabras y eso limita enormemente la capacidad de explicar con mayor detalle los argumentos, por esa razón he decidido escribir este post.

El argumento del artículo es que, tras la intensa subida del 22% en 2019 y del 5% en 2020, el salario mínimo en varias comunidades autónomas está ahora muy próximo al salario medio antes de la subida. La inflación y las ventas de consumo apenas han crecido por lo que las empresas que estuvieron con costes próximos a los ingresos habrán registrado pérdidas, habrán reducido la inversión y habrá tenido un efecto negativo sobre el empleo en esas comunidades autónomas.

1. Varias comunidades han registrado una intensa destrucción de empleo

En el 4tr19 la EPA ha dado un dato mejor de lo esperado y se han creado 92.000 empleos, casi el doble que el mismo trimestre del año anterior. Pero el demonio siempre está en los detalles. La comunidad de Madrid ha creado 4 de cada 5 empleos  y en el resto de España varias comunidades han registrado una intensa destrucción de empleo.

Fernández Vara atribuye la subida del paro en Extremadura al SMI

El presidente de Extremadura ha pedido una reunión con los agentes sociales y con la ministra de empleo para evaluar si la subida del salario mínimo es la causa del dato anormalmente negativo, especialmente sobre el sector agrícola que en esa región es el principal sector de actividad.

Subida Salario Mínimo 5%

En el gráfico anterior he dibujado, con datos de declaraciones de IRPF, el salario medio en el sector del comercio minorista, reparación de vehículos y transporte en 2018, antes de la subida del 22% del SMI. He usado sólo los datos de mujeres trabajadoras ya que, por desgracia, en nuestro país la desigualdad tiene un fuerte componente de género, algo de lo que nunca he escuchado hablar a la extrema derecha.

Puedes comprobar que antes de la subida el salario medio en ese sector estaba próximo a 10.000 euros anuales en Extremadura. Otras tres comunidades tenían el salario medio inferior al actual salario mínimo y en otras seis comunidades el nuevo SMI de 13.300 euros anuales se queda muy próximo al salario medio en ese sector.

Economía viene del griego y es la ciencia del hogar. Siempre que hablamos de empresas nos viene a la cabeza el Ibex 35 pero en España 2 de cada 3 empresas tienen menos de 5 trabajadores.

Imaginemos una panadería en un pueblo de esas regiones donde la tasa de paro supere el 20% y la mayor parte de la población cobra pensiones, la mayoría inferiores a 1.000 euros mensuales y muchas menores a la pensión mínima de 650 euros. La pensión apenas ha subido y el subsidio de desempleo tampoco. Por lo tanto, la empresaria (habitualmente también hay genero en ese tipo de negocios) no puede subir el precio del pan o las ventas le caerían.

“Si los empresarios no pueden pagar ese salario mínimo, mejor que cierren”

Esos negocios sobreviven sin beneficios y la empresaria o el empresario se conforma con un sueldo humilde. Suelen colaborar toda la familia, incluidos los hijos que estén estudiando, para que el negocio sea viable. Y de la noche a la mañana, unos urbanitas de Madrid deciden subirle un 22% el sueldo mínimo y meterla en pérdidas.

Mucha gente en las redes me decía que si no podían pagar ese salario que mejor cerrar. Si cierran, sería un fracaso vital y seguramente emigraría a la ciudad en busca de empleo con toda su familia. Dejaría al pueblo sin pan intensificando la despoblación.

Otra opción -si tiene trabajadores- es bajarse su sueldo (puede que más del 50%), pero seguramente ya lleva bajándolo desde hace años viendo cómo sus clientes fallecen o se van a la ciudad y su ventas caen. Otra opción es cambiarles el contrato a tiempo parcial y obligarles a trabajar las mismas horas que antes. Eso mantiene sus costes pero aumenta la economía sumergida y a medio plazo intensifica la despoblación.

Otra opción es pagarles el salario mínimo y pedirle al trabajador que le devuelva en billetes parte del sueldo. En el caso anterior comete un delito laboral y puede tener una fuerte sanción que la obligue a cerrar si la pillan. Pero en el caso de devolverle el dinero sería un delito fiscal ya que se deduce del impuesto de beneficios los costes y luego con el dinero negro se ahorra el IRPF.

El problema es que -según el gráfico anterior- más de la mitad de las empresas de ese sector en nueve comunidades autónomas españolas han sufrido problemas similares a los de nuestro ejemplo de la panadería. El mayor reto para frenar la despoblación es conseguir que los jóvenes se queden a vivir en sus pueblos o, al menos, en sus comarcas.

2. ¿Cómo afectará la subida del salario mínimo a los jóvenes menores de 25 años?

Subida Salario Mínimo 5%

En el gráfico anterior he usado los mismos datos de la Agencia Tributaria para jóvenes. Es cierto que no son tan concluyentes como el caso anterior ya que muchos de esos jóvenes estarán estudiando y trabajarán pocas horas a la semana para tener un sueldo para sus gastos (y no meter más presión a sus padres que muchas veces tienen que pagarle el piso en la ciudad donde estudian, la manutención y el transporte). Y en ese caso la media no es representativa.

Pero el salario medio es tan inferior al nuevo salario mínimo que no hace falta ir a Harvard a estudiar un doctorado en economía para comprender que una subida tan brutal habrá tenido efectos negativos sobre el empleo juvenil, especialmente en las regiones que más sufren la despoblación y especialmente en los pueblos más pequeños de la España vacía.

3. ¿Por qué en el último año he sido tan crítico con la subida del SMI del 22%?

Recordemos que Echenique contó que la subida fue una imposición de Podemos ya que el PSOE y Pedro Sánchez se negaban a un incremento tan brutal. Después todos los políticos lo apoyaron en campaña e incluso PP y Ciudadanos dijeron que si gobernaban, la mantendrían. Lo más fácil para mí habría sido apoyarla también.

Mis lectores son la mayoría de izquierdas y gente humilde. Gracias sobre todo a la televisión me hablan de economía los camareros de los hoteles o los restaurantes, los revisores del tren, las personas que te revisan el billete del avión, los barrenderos de mi barrio, las personas que me atienden en los supermercados o las gasolineras. Y sobre todo, los jubilados y los parados.

► Tengo especial sensibilidad con el fenómeno de la despoblación

Mi abuela paterna era de un pueblo del occidente asturiano que está casi vacío. Mis abuelos maternos eran de un pueblo de Palencia que está casi vacío. Viajo por toda nuestra querida España y mis hijos me reprochan, con razón, que me pare hablar con toda la gente que me conoce para interesarme por su vida y sus problemas.

He ido a presentar mis libros a cientos de pueblos, especialmente en el norte de Cáceres y el sur de Salamanca donde colaboro con la Aldaba, un medio local. Y donde Marciano y Pepe de la Aldaba han regalado cientos de libros míos que les he donado para que la gente más sencilla de esa zona maravillosa tenga conocimientos económicos básicos.

Esa cultura de pueblo ha influido enormemente en mi educación. Desde niño me enseñaron a ser honesto conmigo mismo y con la gente con la que convivo y a decir la verdad. Y cuando no la hacía desde pequeñito me regañaban. La gente de pueblo que ha trabajado en el campo sabe que la vida es dura y a mí me educaron también así.

Mi propuesta es adecuar el compromiso del 60% del salario medio en cada CCAA

Yo desde 2015 -cuando el empleo empezó a crecer el 3%- he criticado la reforma laboral de Rajoy y he defendido subidas moderadas de salarios y también del mínimo. Tras los datos de hoy en Madrid del 4,5% es evidente que el impacto de la subida del 22% ha sido mínimo y defiendo que se siga subiendo gradualmente en los próximos años. Pero donde la subida ha tenido un impacto tan negativo sobre el empleo hay que parar.

Mi propuesta en el artículo de El País es adecuar el compromiso del 60% del salario medio en cada comunidad autónoma. Sin duda difícil de implementar pero como dicen la política es el arte de lo posible.

Lo que hay que hacer es mejorar las infraestructuras que en el caso de Extremadura va más allá de un tren, es necesario avanzar en banda ancha, wifi en los pueblos, etcétera. Ahora colaboro con un joven innovador de Sigüenza en Repueblo, que busca como objetivo identificar a los empresarios innovadores de los pueblos, conectarlos, crear comunidad y que empiecen a colaborar en proyectos de inversión conjuntos.

Eso les hará más resilientes, aumentará el empleo y ayudará a fijar la población en los pueblos. La tendencia de la despoblación continuará pero intentamos al menos frenarla y salvar a pueblos que sin actuaciones de este tipo también acabarán vacíos como los de mis abuelos.

España necesita reducir drásticamente la demagogia en torno al SMI

En el conjunto de España pasa por aumentar y mejorar nuestra inversión en educación, mantener y reforzar nuestro ecosistema científico y pasa, sobre todo, por apoyar a los empresarios innovadores. En esta cruzada también estoy. Por eso critico que en la última década la inversión en I+D pública y privada en España haya caído mientras en Alemania ha aumentado un 60% y en China se ha más que doblado.

La crisis ha sido muy dura y mucha gente sigue sufriendo sus consecuencias. España necesita reducir drásticamente la demagogia y pasar a la política y al debate sobre políticas. Por supuesto, también necesitamos líderes valientes, como lo ha sido Fernández Vara, para afrontar los problemas con realismo.

La sociedad española se ha empobrecido con la crisis pero el empobrecimiento del debate político y económico ha sido incluso mayor. Recuperemos el sentido común, seamos honestos, digamos la verdad y concentremos nuestra energía en hacer propuestas para mejorar la vida de la gente, especialmente de los que más lo necesita.

Yo sigo confiando en la capacidad de los españoles de superar estas encrucijadas y voy a dejarme la piel para dejar a mis hijos y su generación un país mejor que el actual. ¿Te sumas?

 

blog josé carlos díez