Artículo publicado en El País
La Comisión Europea ha advertido al Gobierno de Rajoy que su presupuesto para 2016 no cumplirá el objetivo de déficit y que después de las elecciones tendrá que aplicar 7.000 millones de euros de recortes adicionales. Rajoy, como hizo en 2012, ha decidido negar esta advertencia. Es como si en un control de alcoholemia das positivo y le dices a la Guardia Civil que no pagarás la multa porque tú tienes un medidor mejor.
El empleo ha crecido la mitad en el tercer trimestre, se ha destruido empleo indefinido y todo el creado es precario, la actividad industrial se ha parado en seco por la crisis global y la apreciación del euro, y en 2016 la desviación de ingresos será muy superior a la que dice la Comisión. Si España no quiere parecerse a Grecia y quiere recuperar credibilidad en Bruselas para poder ejercer su peso político, que es casi nulo tras ser rescatados, el cumplimiento del déficit debe estar en el centro del debate en estas elecciones. El agujero está en la Seguridad Social, en el seguro de paro, el pago de intereses de la deuda y en las comunidades autónomas. Por lo tanto, o el año que viene se aplican más recortes en sanidad, educación, pensiones, dependencia y sueldo de los funcionarios o se toman medidas de aumento de ingresos.
Ningún partido lleva en su programa electoral recortes de gasto público. Por lo tanto, el análisis debe centrarse en las propuestas fiscales. En la derecha, PP y Ciudadanos proponen bajar impuestos. Luis Garicano de Ciudadanos ya ha reconocido en la Cadena SER que no podrán aplicar su programa de bajadas de impuestos en 2016. Ahora falta que concrete qué medidas tomarían para cumplir el objetivo. Rajoy vuelve a estar en negación absoluta de la realidad como en 2011 haciendo promesas que sabe que tendría que incumplir.
En la izquierda tanto PSOE como Podemos plantean aumentar la presión fiscal. Podemos ha dicho que aumentaría 30.000 millones la recaudación en la próxima legislatura pero no ha dicho cómo. Lo que han concretado son varias propuestas de gasto que superan esos 30.000 millones ya que abiertamente reconocen que no van a cumplir los objetivos de déficits de la Comisión. Repiten los mismos errores que Syriza en Grecia que ya sabemos que acaban en desastre.
El PSOE es el único partido que propone medidas concretas que aumentarán los ingresos. En el Impuesto de Sociedades pondrían un tipo mínimo para acabar con la discriminación del impuesto actual que beneficia a las grandes empresas. Esto cumpliría la exigencia del Consejo Europeo de eliminar desgravaciones.
Además, proponen un tipo mínimo en el impuesto de patrimonio y sucesiones. Esto evitaría que la Comunidad de Madrid vuelva a regalar a las grandes fortunas, el 0,2% de la población, 600 millones de euros como hizo en 2014. Y proponen aplicar las recomendaciones de la OCDE para que las multinacionales paguen por sus ventas en España y no puenteen el pago de impuestos utilizando paraísos fiscales.
Este debe ser un asunto central en la campaña electoral.