MACRON, EL MINISTRO QUE REALIZÓ RECORTES Y REFORMAS
Tras las fiestas de Navidad, los organismos internacionales y los principales foros económicos analizan las perspectivas y los riesgos económicos para el año que comienza. Este año Francia era el principal temor. Le Pen lideraba las encuestas y amenazaba con salir del euro, lo cual podría provocar un nuevo episodio de inestabilidad financiera mundial como provocó la quiebra de Lehman.
La derecha pudo haber elegido a un candidato centrado como Juppe en primarias, pero eligieron a Fillon -ultraliberal-, que se vio envuelto en un caso de corrupción durante la campaña. Los socialistas rechazaron a Valls por ser el primer ministro de los recortes y eligieron a Hamon, que centró su campaña en la austeridad. Los socialistas más la extrema izquierda (representada por Melenchon) obtuvieron 4 millones menos de votos que en 2012.
El ministro de economía, que realizó los recortes y las reformas, ganó las elecciones con casi 9 millones de votos tanto de centro izquierda como de centro derecha. La mejor aliada de Macron fue inconscientemente Le Pen. Como nos enseña la termodinámica, la clave del éxito y del orden es minimizar el desorden que generas alrededor. Sin el miedo a Le Pen no es posible explicar el fenómeno Macron, pero tuvo la habilidad de crear un partido de la nada, construir un proyecto y generar la confianza y el liderazgo para ganar las elecciones.
¿Por qué a España le interesa que Macron lidere los avances necesarios en el proyecto europeo?
Como se observa en el gráfico anterior, Francia es el país del mundo con mayor gasto público en porcentaje del PIB. El gasto público sobre PIB ha subido del 52% en 2007 (antes de la crisis) hasta casi el 57% actual, y la deuda pública ha subido 30 puntos de PIB durante la crisis. Por lo tanto, centrar la estrategia en la austeridad además de ser un ejercicio de posverdad fue un grave error estratégico que ha llevado a Macron al Eliseo y al partido socialista al borde de la desaparición.
Francia junto a Alemania es clave en la Unión Europea y el principal cliente de exportaciones españolas. Por lo tanto, a los españoles nos interesa que la economía francesa vaya bien y que Macron lidere los avances necesarios en el proyecto europeo. El déficit público galo cerró en 2016 al 3,2% del PIB, muy próximo al límite del Pacto de Estabilidad, por lo que no es previsible que Macron haga nuevos recortes.
Macron y la innovación
Durante la campaña su discurso económico ha sido reformista y sobre todo pro innovación. Cuando ganó Trump y éste anunció sus leyes antiinmigración, muchos líderes del Sillicon Valley extranjeros advirtieron que tendrían que irse. Macron en un mitin ese día les dijo que Francia sería su nuevo hogar, y prometió un fondo público de 20.000 millones para invertir en empresas innovadoras.
En Bruselas y en Berlín también ha habido posverdad con Francia. Se le acusaba de no ser competitiva y la realidad es que Francia tiene la productividad por ocupado más alta del mundo, bastante superior a la de Alemania. Los franceses inventaron el tren de alta velocidad, son líderes en la industria aeroespacial, gran distribución, industria agroalimentaria, cosméticos, moda, turismo…
Varias ciudades francesas son de las más dinámicas del mundo, pero luego hay una parte del interior del país más rural que tiene mucha menor productividad, donde la población envejece, donde la principal empresa de contratación es el Estado y que hacen que Francia tenga bajo crecimiento potencial. Esta es la gran reforma que debe afrontar Francia en la era de la tecnología global.
Con poco que haga Macron, tendrá buena prensa internacional
Se habla mucho del mercado de trabajo, pero durante la campaña Macron sido muy poco concreto. También se habla del sistema de pensiones. Los franceses tienen una tasa de sustitución de su pensión en relación a su salario próxima al promedio de la OCDE, y más baja que España. El desajuste es demográfico ya que su edad efectiva de jubilación está próxima a 60 años, en un mundo donde la esperanza de vida crece y los nuevos avances anticipan que seguirá aumentando.
Macron cuenta con una mayoría en la cámara, por lo que lo más probable es que centre su estrategia en su Plan Nacional de Reformas más que en su Programa de Estabilidad o en nuevos recortes. Con poco que haga tendrá buena prensa internacional (quien pasó mucho miedo con Le Pen). Y con esa aureola reformista irá a Berlín tras las elecciones alemanas de septiembre y exigirá al nuevo Canciller que haga reformas en el proyecto europeo.
¿Cuáles? Veremos quién es el Canciller y si es Merkel, como dicen las encuestas, veremos qué posición toma. Ayer ella habló de la necesidad de tener un presupuesto y un ministro de economía europeo como propone la Comisión. Macron durante la campaña en Bruselas y Berlín ha afirmado que es contrario a los eurobonos. Sin un tesoro que recaude impuestos y emita bonos la acción política de un estado es limitada.
Veremos.
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