Mi artículo publicado en El País
España ha sufrido la peor recesión desde la Guerra Civil por el exceso de endeudamiento de empresas, familias y bancos, muy relacionado con el boom inmobiliario entre 1998 y 2004. El pinchazo de la burbuja provocó la destrucción de 1,5 millones de puestos de trabajo, dos de cada tres empleos destruidos entre 2008 y 2011. La situación que recibía Rajoy era mala y por eso los españoles le concedieron la mayoría absoluta. Pero su gestión económica ha sido desastrosa y por eso el PP va a perder cinco millones de votos.
Hoy, todos los indicadores económicos están peor que en 2011. Hay menos empleo, se pagan 40.000 millones menos en salarios, hay 700.000 parados más que han perdido la prestación y son pobres, a todos los españoles nos han subido todos los impuestos, tenemos peor educación, peor sanidad, menos ayudas para los discapacitados, menos becas, menos gasto en I+D+i, un gran agujero en el sistema de pensiones públicas y 300.000 millones de euros más de deuda pública que hace cuatro años.
Rajoy confió todo al hada de la confianza y entre enero y julio de 2012 provocó una fuga de capitales del 25% del PIB. En el tequilazo mexicano de 1994 y en el tangazo argentino de 2001 la fuga fue del 10% del PIB. La troika le forzó al rescate de Bankia y provocó una doble recesión, algo inédito en la economía española en el último siglo.
Rajoy deja el mismo déficit que se encontró el Partido Popular en 1996, pero entonces los ingresos públicos crecían un 7% y ahora lo hacen un 3%. Y deja la deuda pública en el 100% del PIB, 35 puntos por encima de lo que se encontró el PP en 1996 y en 2011. Solo en el mes de septiembre la deuda pública ha aumentado en 12.000 millones, o sea que cada familia española debe 1.000 euros más.
España es una economía muy agradecida y la compra de deuda del BCE y la bajada del precio del petróleo han permitido que volvamos a crecer y a crear empleo. Pero los salarios están estancados, algo también inédito en una recuperación en los últimos 100 años. En 2015 Rajoy cerrará el déficit 10.000 millones de euros por encima de lo previsto y en 2016 habrá que recortarlo en 20.000 millones. Las comunidades autónomas han reducido su déficit a la mitad. Pero el déficit conjunto de la Administración central y la Seguridad Social será en 2015 casi un 50% superior al que dejó Zapatero en 2011. Rajoy ha subido los impuestos 25.000 millones, gasta 10.000 millones más en pago de intereses de la deuda y 10.000 millones menos en prestaciones por desempleo.
La prueba del algodón es el sistema público de pensiones. Rajoy deja un desfase de 32.000 millones de euros y se ha comido la mitad de la hucha heredada. En 2015, con creación de empleo, los ingresos crecen 1% y los gastos con las pensiones congeladas un 3%. Rajoy defiende que en economía no hay que cambiar nada. Si no cambiamos nada en 2019 el desfase de las pensiones será de 45.000 millones, el 4% del PIB.
Las ideas son libres pero los hechos son únicos.