España está incumpliendo SISTEMÁTICAMENTE su compromiso de reducción de déficit con Bruselas. De momento, no lo estamos percibiendo como un problema porque la deuda pública y la prima de riesgo se están emitiendo a tipo muy bajos.
Pero podría sudecer que, OTRA VEZ, los inversores vuelvan a asustarse y a desconfiar de nosotros, y nos tocaría hacer un ajuste en mitad de un escenario cercano a la recesión y de caída del consumo e inversión privado.
Crucemos los dedos para que la prima de riesgo se mantenga por debajo de 200 puntos básicos.