El pasado 8 de octubre conocimos la Encuesta de confianza del consumidor de septiembre. Claramente, ha habido una caída muy brusca y, en especial, en las expectativas que tiene el ciudadano sobre su futuro (empleo, salarios…). Esto tiene mucho que ver con lo que vivimos en 2008 y las cicatrices que nos ha dejado. Pero… ¿se acerca una crisis como la que vivimos entonces?
De momento no tiene pinta: tenemos menos vivienda construida, las familias no están tan metidas en un boom de crédito, pero sí tenemos mucha deuda pública. Mientras el BCE siga interviniendo todo irá más o menos bien, pero como eso cambie podemos tener problemas.
¿Es culpa del gobierno? A mí sinceramente este debate ya no me interesa, ni me aporta nada. Cada vez que dicen en medios que no nos pongamos nerviosos, no se dan cuenta de que esos mensajes vacíos asustan a la gente todavía más. Necesitamos un plan con medidas realistas y creíbles. Y más cuando nos han abocado a otro proceso electoral (lo que menos necesitábamos).
Como siempre, espero un poco de vida inteligente en esta campaña…