Nuevamente, decido abordar otro tema que, como mi supuesta vinculación al PSOE, lleva años pululando a mi alrededor. Y lo hago con la misma intención que en mi último videoblog: dar mi versión y ofrecer al lector la información necesaria para que él o ella extraiga sus propias conclusiones. Intentar convencer de que muchas de las cosas que se dicen son falsas es un esfuerzo en vano, porque al final son los datos y los hechos los que tienen que decirlo. Por ello, hoy quiero hablarte de las previsiones, de cómo trabajamos los economistas y, por supuesto, de un artículo que titulé de forma muy desafortunada: El mito de la burbuja inmobiliaria.