La invasión de Ucrania ha provocado una reacción de la Unión Europea rápida y contundente, algo a lo que los europeos no estamos acostumbrados. La respuesta militar es muy compleja y para especialistas en temas de seguridad. Por esa razón, me centraré en la estrategia energética y la gran oportunidad que tiene España para liderar junto con Alemania y Francia la necesidad de reducir nuestra dependencia del gas ruso.
La Presidenta de la Comisión Von der Leyen estuvo el sábado en Madrid reunida con el Gobierno español. En su rueda de prensa fue de nuevo muy contundente en la necesidad de reducir la dependencia de Europa del gas ruso y la necesidad de inversiones masivas en renovables.
The EU must get rid of its dependency on fossil fuels.
Spain is a frontrunner here, with its large renewables share and LNG capacities.
Spain can and will play an important role in supplying Europe.@sanchezcastejon pic.twitter.com/Z0mPFbJ6yI
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) March 5, 2022
1. Ursula von der Leyen destacó la acertada estrategia española en energías renovables por tres motivos:
- El alto porcentaje de nuestra electricidad generada con renovables
- La alta capacidad para recibir gas licuado por barco
- El elevado conocimiento de nuestras empresas del sector que son líderes en renovables
Para conseguir que España sea líder europeo en la transición energética es necesario un consenso de país, algo que los españoles hemos olvidado ya qué es. La primera condición es reconocer que ninguno de los políticos actuales en el Gobierno y en la oposición han hecho nada para que la presidenta Von der Leyen elogie a España. El que politice el asunto y se lo apropie está intentando engañarte e incentivar la confrontación.
1.1 La historia de éxito en España con las renovables comenzó en los años ochenta
Había una grave crisis del petróleo, similar a la actual del gas, y el Gobierno español decidió una iniciativa de política industrial. Aprovechando la intensidad del viento en el Estrecho de Gibraltar, decidieron desarrollar el primer parque eólico de la Península Ibérica. Conscientes de la incapacidad de las empresas públicas del desarrollo tecnológico decidieron plantear el proyecto como una colaboración público privada.
De esa colaboración surgió Gamesa que es uno de los grandes casos de éxito de política industrial español en siglos. La primera reflexión que debería hacer la Presidenta de la Comisión es que hoy ese proyecto habría sido vetado por los servicios de la Competencia de Bruselas por ayudas de estado. Si de verdad quieren reducir la dependencia de Putin y hacerlo rápido y bien, Bruselas debe contemplar ayudas a industrias nacientes, aprovechando los fondos europeos, con proyectos tecnológicos sólidos. Paul Krugman recibió un premio Nobel por justificar este tipo de ayudas.
Por desgracia, Gamesa ya no es una empresa española ya que ha sido comprada por la alemana Siemens. Sin duda, un fracaso de las élites españolas haber perdido una de nuestras joyas de la corona. El testigo de Gamesa lo lidera ahora Iberdrola. Por desgracia, Endesa, otra de nuestras joyas de la corona, está en manos italianas y sus decisiones estratégicas ya no se toman aquí.
La historia de Iberdrola es también un precioso caso de éxito de nuestra historia industrial. Una empresa formada por la unión de Iberduero e Hidroeléctrica Española, creada por las familias de la oligarquía al amparo de concesiones públicas que les otorgan el monopolio de producción, distribución y comercialización en sus zonas geográficas. Aquí el derecho europeo de la competencia nos ayudó a romper esos monopolios naturales por décadas y a incentivar la competencia, sin la cual no sería posible explicar el éxito.
Sánchez Galán proviene de una familia media española, se forma como ingeniero en Icai y lidera con éxito Airtel, rompiendo el monopolio de Telefónica en las telecomunicaciones. Cuando llega a Iberdrola es una compañía local especializada en energía hidráulica, térmica de carbón y nuclear. Veinte años después Iberdrola es líder mundial en energía eólica en EEUU, Reino Unido, además de España y Brasil y acaba de comprar una compañía en Australia.
Iberdrola es la segunda empresa por capitalización bursátil en España, sólo por detrás de Inditex. Sin duda, dos de las empresas europeas de mayor éxito en los últimos veinte años. Hoy la energía eólica es la que más capacidad instalada tiene en España con casi 30 gigavatios y el 25% del total. Tenemos el doble de capacidad instalada de eólica que de energía hidráulica y cuatro veces más que la energía nuclear.
“Para reducir la dependencia de Rusia Europa necesita inversiones masivas en renovables
España tiene:
✅ Alto % de renovables
✅ Mucha capacidad de gas
✅ Impresionantes empresas especializadas en renovables” https://t.co/NKKkrAArbc— José Carlos Díez (@josecdiez) March 6, 2022
2. La historia del gas también es un caso de éxito de colaboración público privada
En los años ochenta se inicia el proyecto del gaseoducto con Argelia, ahora fuente de deseo de los europeos para reducir nuestra dependencia del gas ruso. Posteriormente, en la reforma energética de 1997, se primó la energía eólica y el gas. Los dos hitos han conseguido que España sea un referente europeo en gas y sin tener disponible la materia prima. Hay gas no convencional en el País Vasco pero tanto el PNV como Bildu se niegan a extraerlo por motivos ambientales.
España tiene, además de dos gaseoductos con Argelia, la mejor red de regasificadoras de Europa para recibir gas licuado por barco. Y una de las mejores flotas de metaneros del mundo, fabricados en nuestros astilleros con tecnología 100% española.
2.1 Faltaría, como pide Bruselas, conectar nuestra red con Francia con un gaseoducto que se podría construir en menos de un año
Y resolver el conflicto entre Argelia y Marruecos que ha provocado el cierre de uno de los dos gaseoductos. Si se consiguen esos dos objetivos, con la ayuda de la presión europea, España podría doblar la capacidad actual de distribución de gas y ser una alternativa al gas ruso en el próximo invierno, cuando tendremos el mayor riesgo de cortes de suministros de gas si la tensión con Rusia continúa.
Lamentablemente, hay riesgo de que Naturgy deje de ser una empresa española, algo que aún estamos a tiempo de evitar. El Gobierno debería liberalizar el monopolio del gas, como hizo con la electricidad, especialmente para uso industrial. Mientras algunos partidos políticos y varios medios centran su presión sobre el sector eléctrico, el IVA del gas sigue al 21% y no existe ninguna tarifa para rentas bajas. Mi madre con una pensión mínima de 700 euros, acaba de pagar 331 euros de un recibo de Naturgy.
3. En la crisis del petróleo, los políticos españoles fueron capaces de ponerse de acuerdo en los Pactos de la Moncloa que finalizaron en la aprobación de la Constitución
Este es el momento en el que los dos grandes partidos deberían pactar la transición energética y liderarla en Europa. Esto ayudará a recibir y ejecutar fondos europeos y conseguir ser líderes en la siguiente revolución que será el hidrógeno, igual que hicimos con la energía eólica. Hoy tenemos mejores empresas, mejores ingenieros, mejores centros tecnológicos y sería más sencillo que la gran hazaña que conseguimos en los años ochenta.
España es casi una isla y tiene un enorme potencial en eólica marina. Pero sobre todo en energía solar fotovoltaica para convertirnos en la Arabia Saudí de Europa. Para eso, aprovechando el gaseoducto con Francia, hay que reforzar nuestra red de interconexión eléctrica con Europa. El consenso debe incluir a nuestras comunidades autónomas para desarrollar un plan nacional del territorio y proteger nuestros paisajes y biodiversidad. Especialmente en zonas turísticas que es uno de nuestros grandes sectores de generación de empleo que debemos proteger.
3.1 Lamentablemente, la fragmentación política sigue intensificándose con un proceso de cantonalización que rechaza el desarrollo de energías renovables en su territorio
Por lo tanto, además del consenso político, será necesario el consenso social como hicimos con éxito en la Constitución y en la Transición a la democracia. Especialmente necesario es el compromiso de los medios de comunicación en este proyecto nacional.
Yo pienso dejarme la piel en la transición energética para aprovechar la primera gran oportunidad de España desde la Revolución Industrial de ser una potencia industrial. Muchos me llamarán utópico, pero Utopía era el río que no existe. Esta gran oportunidad es ya una realidad y es posible. Cuento contigo.
