Mi artículo publicado en El País.
La Constitución Española dice que los impuestos tienen el deber de contribuir al sostenimiento del gasto público pero están sometidos al principio de no confiscación. Rajoy ha sido el presidente español que más ha subido los impuestos de la democracia. En 2011 prometió bajarlos y los subió todos. En 2016 prometió bajarlos de nuevo, y para cumplir su promesa de recortes de déficit con Bruselas este viernes va a proponer una subida del impuesto de sociedades confirmando que en España subir impuestos es de derechas.
Pero la propuesta es confiscatoria y no tiene precedentes desde que en 1845 Mon y Santillán aprobaran una reforma fiscal con un impuesto sobre la renta. Las grandes corporaciones tienen un tipo efectivo del impuesto próximo al 7%, y Rajoy les va a imponer un anticipo a cuenta del 23%.
Todos los países hacen ciertos maquillajes al déficit, pero Cristóbal Montoro es un consumado experto en tanatoestética. En julio de 2017 las empresas liquidarán el impuesto, les saldrá a devolver y volverá a ser el mismo que hoy, que está a más de 20.000 millones del compromiso que Rajoy ha hecho con sus socios europeos y que volverá a incumplir, como ha hecho en 2012, en 2013, en 2014 y en 2015. El problema es que afecta a muchas pymes que facturan más de 10 millones de euros que necesitan ese dinero para invertir, para contratar a más trabajadores, para innovar y para mejorar sus exportaciones y no podrán hacerlo para que Rajoy cumpla su promesa en Bruselas.
Desde 2014, España apenas ha reducido el déficit con el BCE monetizando nuestro déficit por primera vez en la historia, con una depreciación del euro del 25% que favorece nuestras exportaciones y el empleo y con un desplome del precio del petróleo que favorece el consumo, la inversión y la creación de empleo. Pero la reforma laboral de 2012 ha hundido la masa de salarios 20.000 millones y ha reducido el consumo. Rajoy subió el IVA y por eso el impuesto recauda más. Pero el pasado año eliminó su subida del IRPF de 2011 y a pesar del aumento del empleo en 2016 la recaudación será similar a la de 2014.
El impuesto de sociedades va a recaudar en 2016 unos 11.000 millones menos de lo previsto. Incluso si Rajoy consigue que el Parlamento le apruebe el decreto recaudará unos 4.000 millones menos de lo previsto. El IRPF recaudará unos 3.000 millones menos de lo previsto en el presupuesto. Y las cotizaciones a la Seguridad Social cerrarán unos 14.000 millones por debajo de lo presupuestado.
Una desviación de 28.000 millones de recaudación de impuestos por debajo de lo presupuestado no tiene precedentes internacionales históricos ni en Grecia. Rajoy volverá a culpar a las manchas solares del incumplimiento y nos volverá a subir los impuestos de nuevo a todos los españoles. Ahora falta que hagan caso a Draghi, se apruebe un plan de inversión europeo y las empresas suban los salarios. Por suerte estamos en Europa y tenemos al BCE comprando deuda.