Mi artículo publicado en El País.
En 2011 el PP prometió bajar los impuestos y no recortar sanidad, educación y pensiones. Nada más ganar las elecciones, Esperanza Aguirre, Gallardón, Camps, Rita Barberá y Núñez Feijóo sacaron facturas de los cajones y afloraron un 2% del PIB en déficit oculto. Eurostat ha multado a Valencia por ocultar déficit desde hace décadas, solo Grecia tiene la misma sanción. Todo para culpar a Zapatero de mala gestión. Zapatero cumplió fielmente su objetivo de déficit del Estado y de la Seguridad Social, pero el fin justifica los medios.
Aflorar déficit oculto activó la fuga de capitales. Pero el PP es una maquinaria de poder que siempre antepone sus intereses y los de sus dirigentes a los de nuestra querida España. En marzo de 2012 había elecciones en Andalucía y Rajoy decidió irresponsablemente retrasar la presentación del Presupuesto y los recortes hasta abril. El Presupuesto no cumplía el objetivo de déficit y Bruselas exigió más recortes. Rajoy en Bruselas con la bandera europea detrás hizo un Varoufakis diciendo: “El objetivo de déficit de España es una cuestión de soberanía nacional”. Pocos días después Rajoy fue el primer presidente de la democracia rescatado por el FMI y nuestros socios europeos.
En octubre de 2014, Francia presentó un Presupuesto que no cumplía el objetivo de déficit. La Comisión pidió más recortes y Hollande tuvo que elegir entre gestionar una crisis de su partido o una crisis de su país. Eligió asumir más recortes y evitó una crisis de su país, consciente de que perdería votos. El mismo dilema de Zapatero en mayo de 2010. En febrero de 2015 se repitió la historia en Grecia con Syriza y ya sabemos el resultado: corralito, rescate, recesión, ayudas a los bancos y más recortes.
En Portugal, el nuevo Gobierno con varios partidos prometió en campaña revertir los recortes. Han presentado un Presupuesto que no cumple el objetivo de déficit y Bruselas ha exigido un ajuste adicional de 0,5% del PIB. En Portugal hay crisis de Gobierno, se ha activado la fuga de capitales y la prima de riesgo ha aumentado 200 puntos básicos.
En España vamos camino de cometer el mismo error. Rajoy incumple el déficit de la Seguridad Social y deja un agujero en las pensiones de 15.000 millones. Si no hubiera bajado el IRPF el pasado junio y no hubiera aumentado el gasto público en 2015, no habría problemas. Pero de nuevo antepuso sus intereses de partido a los de España. El PSOE presenta un programa de pactos que aumenta el déficit estructural, sube con fuerza el salario mínimo y mete rigideces en el mercado de trabajo y dice que irá a Bruselas a pedir un año más para cumplir. Ciudadanos también propone aumentar el déficit estructural y dice que pedirá dos años más. Y Podemos, como Syriza, promete que incumplirá con Bruselas. Tanto la CE como el Eurogrupo dicen alto y claro que “no habrá flexibilidad fiscal para España”. El ser humano siempre tropieza con la misma piedra, pero conviene no enamorarse de ella.