Aunque habitualmente se analiza cómo el ciclo político influirá en la economía, la realidad es que el ciclo económico es una de las principales variables que determina el ciclo político, aunque no la única. El que mejor lo expresó fue el lema de campaña del candidato Bill Clinton en 1992: “la economía, estúpido”. Muchos economistas han estudiado la correlación estadística y se ha escrito mucho sobre la causalidad. Cuando la economía, el empleo y los salarios van bien es más probable que los ciudadanos reelijan a sus gobernantes y al contrario.
Por esa razón, entra dentro de la estrategia política que los gobiernos hablen sistemáticamente de sus logros económicos y manden mensajes positivos sobre la evolución de la economía y que la oposición haga de pepito grillo y destaque aquellos aspectos de la economía que no van bien o van fatal.
En 1995 la economía española creció un 4% y creo 300.000 empleos pero la tasa de paro seguía al 23% y Aznar ganó por la mínima negando la recuperación. En 2011 la economía seguía en la crisis del euro y a Rajoy le funcionó mejor ya que consiguió la mayoría absoluta más amplia de la derecha en toda la democracia.
¿Cuál ha sido la evolución de la economía en 2021?
En el cuadro posterior comparamos los datos de contabilidad nacional del INE con los datos de la Agencia Tributaria de las ventas declaradas por todas las empresas en el IVA. Los datos de IVA son un registro informático y los datos de PIB son provisionales a la espera de tener las encuestas anuales. Por lo tanto, es mucho más recomendable usar los datos de IVA, aunque el PIB sea el dato oficial comparable con otros países que usan la Comisión y el FMI.
Se observa que en el primer trimestre de 2021 Filomena y las restricciones de movilidad por Covid frenaron en seco las ventas declaradas de las empresas. Pero el INE publicó una intensa caída del PIB de 0,7% trimestral. En el segundo trimestre la economía se recuperó y tanto la Agencia como el INE lo reflejaron, aunque de nuevo el INE con menor intensidad. En el tercer trimestre el crecimiento fue más intenso aún en ambas estadísticas. Pero en el cuarto trimestre las empresas declararon un crecimiento brutal del 6% trimestral y el INE publicó un crecimiento tres veces inferior del 2%.
El PIB es valor añadido y aunque la Agencia también elimina los bienes intermedios de su estadística para no duplicarlos se puede argumentar que no son homogéneas
Pero si comparamos la demanda interna y sobre todo el consumo privado sí serían 100% comparables ambas estadísticas. En los cuatro trimestres el INE infraestimó el crecimiento de la demanda, pero sobre todo en el último trimestre donde de nuevo las empresas declararon en el IVA un crecimiento de sus ventas del 5,8% y el INE estimó que sólo crecieron el 1%.
Más complicado de entender son los modelos que usa el INE para estimar el consumo privado
En el primer trimestre las empresas declararon caídas de ventas de consumo del 0,9% y el INE -2,3%. En el segundo trimestre las empresas declararon una tímida recuperación del 0,5% y el INE publicó un 5%, diez veces más. El Gobierno comenzó a alabar la recuperación que reflejaba el consumo del INE cuando era un espejismo y los ciudadanos asistían atónitos a ese marketing político tan alejado de la realidad.
Las ventas declaradas en IVA de grandes empresas acelera su crecimiento en enero hasta el 25% anual. Repito para los que siguen negando la recuperación; 25% anual pic.twitter.com/QSZAjzRdJ4
— José Carlos Díez (@josecdiez) February 15, 2022
Pero en el tercer trimestre, la situación fue la opuesta. Las empresas declaraban un crecimiento del 5% y el INE sólo del 1%. El Gobierno, ahora justificadamente, lanzaba mensaje de clara recuperación que además iban acompañados de una intensa creación de empleo desde el pasado mes de julio. Y la oposición negaba la recuperación y culpaba al Gobierno de mala gestión económica. Pero en el cuarto trimestre las empresas declaraban un crecimiento de ventas de consumo inusual y desproporcionado del 7,2% trimestral. Y el INE se descolgó con una caída del 1,2% del consumo privado.
Durante muchos años de mi vida me dediqué a analizar la economía española y el PIB. Conocí a grandes profesionales que estimaban la contabilidad nacional y aprendí que es una estadística compleja y sometida a margen de error. Pero si me hubieran contado en esos años que el INE iba a tener una discrepancia de 9 puntos porcentuales en su estimación de consumo privado como sucedió en el pasado trimestre, pensaría que era una broma de mal gusto y que había una cámara oculta grabándome.
La recuperación está siendo muy intensa y según los datos de ventas de grandes empresas ha continuado en enero
Por eso las empresas han empezado a subir los precios y hay más inflación. La recuperación del empleo también está siendo intensa y, junto a la subida de la inflación, explica que el salario medio retenido por las empresas en el IRPF haya crecido el 1,6% en el último trimestre. Si se mantuviera esa subida de salarios durante los cuatro trimestres de 2022, en el promedio del año crecerían un 6%, niveles no vistos de 2006 durante la burbuja inmobiliaria y el boom de construcción.
Las previsiones de crecimiento para 2022 siguen siendo muy elevadas, tanto para países desarrollados como emergentes. Por lo tanto, la subida de tipos es deseable para contener la inflación y permitir un crecimiento sostenible en el medio plazo.
— José Carlos Díez (@josecdiez) February 15, 2022
He tenido desatendido el blog del economista observador, pero la manipulación y la demagogia que nos rodea es tan elevada que he decidido volver a reactivarlo. Nos vemos de nuevo por este barrio.