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Maduro y España

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Captura de pantalla 2016-04-11 a las 20.47.28El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha tenido la osadía de comparar la economía de Venezuela con España dando a entender a los venezolanos que la crisis internacional es peor que la suya. Algunos españoles bien pagados, el más ilustre es Pablo Iglesias, han contribuido a ello en la televisión pública venezolana diciendo que envidiaba como se vivía en Venezuela. Evidentemente al cortar la emisión, trincaba los dólares y se venía corriendo para España donde decía que era mileurista, aunque ahora nos hemos enterado que era siete mil eurista y formaba parte del 5% de españoles que más ingresaban.

Todos los comunistas siempre se han caracterizado por crear un enemigo externo y engañar a su población diciendo que fuera se vive peor. Todavía recuerdo a los primeros empresarios alemanes que cruzaron a la Alemania del este antes de caer el muro y contaban que era como viajar en el túnel del tiempo cuarenta años atrás. Maduro no es innovador, ni original. Pero la economía es una ciencia empírica y el principal indicador que dispone para comparar el nivel de vida entre países es el PIB por habitante en términos reales, descontada la inflación.

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En el gráfico anterior se observa que el desplome del PIB por habitante en Venezuela ha vuelto a 1998, cuando Chávez accedió al poder. Y es el mismo que en 1957. Ayuda a explicar por qué los bolivarianos acaban de perder las elecciones. Lo más preocupante es que no se ve el suelo y en 2016 será mucho peor. Las dos crisis de finales de los setenta y de finales de los ochenta fueron provocadas por una brusca caída del precio del petróleo y la caída del PIB fue del 25% en ambas. Desde 2012 la caída ha sido del 12%, por lo que están a mitad de camino.

El problema es que todo apunta que esta crisis será aún peor. Venezuela acabó 2015 con la inflación próxima al 200%, líder mundial indiscutible seguido de lejos por Ucrania con el 45% provocada por un conflicto bélico. Como decía el Conde Lampedussa “hagamos una revolución para que no cambie nada”. Lo más preocupante es que hay mucha inflación embalsada en Venezuela y la presa puede estallar en cualquier momento.

El tipo de cambio oficial está en 10 bolívares contra el dólar y en el mercado negro se cambia próximo a 1.150. La máxima diferencia de tipo de cambio dual era en Cuba donde el peso cubano vale 24 pesos convertibles. Y antes en Chile con Allende, donde el tipo de cambio en el mercado negro era 11 veces el oficial. En Venezuela es de 115 veces.

Venezuela se enfrenta a un escenario desconocido de la naturaleza y a una de las peores crisis económicas de los últimos siglos en tiempos de paz. Algún día habrá que estabilizar el tipo de cambio y los precios de los bienes importados se multiplicará por unas 100 veces. Hablamos de medicamentos, alimentos, preservativos, etcétera.

Cuando se haga el ajuste será necesario contener los salarios y el gasto público, o Venezuela padecerá una hiperinflación y el ajuste posterior sería aún peor. Espero que el ajuste se haga por los mejores economistas de Venezuela y que cuenten con el apoyo internacional, no sólo el financiero. El ajuste debe ir acompañado por un programa contra la pobreza con cheques de alimentos, especialmente para las familias con niños o la hambruna y la desnutrición será brutal.

En España tenemos problemas. Para la información del señor Maduro y nuestros amigos venezolanos que lean este post yo soy el economista más crítico con Rajoy y soy un economista socialdemócrata consciente de los límites de la economía que defiende una intervención pública inteligente para suavizarlos. Pero como decía San Agustín “cuando me analizo me deprimo, pero cuando me comparo me ensalzo.” Pero tranquilos, cuando se haga el ajuste los populistas del mundo, incluidos Iglesias y sus colegas españoles, culparán al nuevo gobierno, al FMI y a las manchas solares. Y seguirán defendiendo el legado de Chávez.

Todo mi ánimo y mi solidaridad, especialmente para los millones de venezolanos pobres que votaron a Chávez, que creyeron en el milagro de la revolución y que serán los más afectados por sus desastrosas políticas.

Que la fuerza les acompañe.