Rajoy y los economistas del PP han entrado en bucle de nuevo con el “España va bien”, como en la década dorada de la burbuja inmobiliaria. Pero viendo los datos que se están publicando del cuarto trimestre, por las noches escucharán llorar a los corderos. Como llevo mucho tiempo advirtiendo, el crecimiento de la economía española se debe a factores externos y transitorios, pero desde el pasado verano el viento dejó de ser de cola y ahora es de frente.
En el gráfico anterior se ve como la producción industrial en España está estancada desde el verano. La causa es el frenazo del comercio mundial, el frenazo del ciclo de inversión europeo donde concentramos dos tercios de nuestras exportaciones y la apreciación del tipo de cambio del euro contra las divisas de países emergentes.
Rajoy acaba la legislatura con menos empleo que cuando llegó y también con menos producción industrial. Ha aplicado recortes en I+D+i que retroceden a niveles de 2004. Ha aplicado duros recortes en el Icex en las campañas de promoción para animar a nuestras empresas a exportar. Ha desmantelado los observatorios sectoriales.
Rajoy ha roto el diálogo fluido del anterior gobierno socialista en el Pacto por la Industria con empresas y sindicatos que fue tan fructífero, especialmente en el sector del automóvil. Ha roto el diálogo fluido con el mundo académico y los expertos del sector para mejorar nuestra productividad y la modernización necesaria de nuestra industria. Todo ello en medio del mayor proceso de globalización y la mayor revolución tecnológica de la historia de la humanidad.
Rajoy ha cerrado la puerta con leyes a la economía colaborativa, al autoconsumo y a las energías renovables, los tres sectores más dinámicos empresarialmente en el mundo. Y ha aprobado una reforma laboral que incentiva el modelo del “yo te lo hago más barato”, en vez del modelo de éxito mundial “yo te lo hago mejor.” Hoy la industria tiene el mismo porcentaje de temporalidad y precariedad que la construcción o el sector servicios.
En el segundo trimestre de 2015 la producción industrial crecía un 6% trimestral, eliminando el efecto estacional para que sea comparable. Acaba el año estancada y el modelo de previsión anticipa caídas en el primer trimestre. Rajoy le echará la culpa a la inestabilidad política. Pero la realidad es que la inestabilidad política es el efecto del problema, la causa es su desastrosa política económica. Especialmente en política industrial, donde ha destrozado el trabajo realizado durante una década.